El tip del 4 de julio del 2023

(Este consejo fue adaptado de “How to Cultivate Engaged Employees”, de Charalambos A. Vlachoutsicos).

La sabiduría popular dice que una mala decisión es mejor que ninguna. Después de todo, siempre se puede cambiar de rumbo.

Pero, en un intento por parecer decisivos, los líderes podrían presionar prematuramente por una respuesta. Y si no hay una conclusión clara, ellos la dan.

Esto socava la capacidad de un equipo para tomar una decisión colectiva. Pronto la gente deja de participar porque asume que ya tomó una decisión de antemano.

Si no puede coincidir, no imponga una respuesta. Ponga fin a la discusión instalando un proceso que genere decisiones (incluso tomadas lentamente) que todos puedan aceptar. De esta forma, la próxima vez no perderá la buena voluntad de su gente.