Listas de pendientes

    Por qué seguimos amando las listas de pendientes.

    Por: Vasundhara Sawhney

    Hace unas semanas, publiqué un artículo sobre timeboxing en mi página de LinkedIn. Algunas personas respondieron, explicando cómo también luchan con la productividad y las interminables listas de tareas pendientes.

    Entonces, ¿por qué continuamos no solo usando (sino amando) nuestras listas sin fin, aunque las tareas incompletas nos hacen miserables?

    Contacté al investigador E. J. Masicampo para averiguar más.

    P: CUÉNTAME MÁS SOBRE LA PSICOLOGÍA DETRÁS DE LAS LISTAS DE TAREAS PENDIENTES.

    R: Incluso un objetivo inconcluso puede ser una carga, que exige nuestros pensamientos y atención. Así que la lista de tareas se vuelve bastante atractiva en cuanto a que nos ayuda a liberar parte de esa carga. Cuando escribimos información, nos sentimos aliviados de la necesidad de aferrarnos a ella mentalmente. Cuando palomeamos cosas, es la prueba de que fuimos capaces de hacerlas y eso nos hace sentir bien.

    P: ¿LAS LISTAS DE TAREAS PENDIENTES FUNCIONAN?

    R: Hay muchas razones para sospechar que las listas de tareas pendientes son efectivas, incluso si solo es una manera de mantenernos conscientes de nuestros objetivos. Hay mucho trabajo que sugiere que el simplemente ser conscientes de nuestros objetivos nos ayuda a ser disciplinados y exitosos.

    Creo que, si hay una desventaja en las listas de tareas pendientes, es la de que no van lo suficientemente lejos como para comprometernos a hacer el trabajo. A veces, introducir una tarea en la lista de pendientes es una forma de decir: “Lo haré más tarde”.

    Si cada vez que agregamos un elemento a nuestras listas de tareas pendientes, también tuviéramos un plan para especificar qué acciones debemos tomar y  cuándo deben realizarse esas acciones, ello ayudaría a minimizar las probabilidades de que nuestras listas de tareas pendientes se conviertan en cementerios de elementos incompletos.

    P: ¿HACER UN PLAN PARA TERMINAR LAS TAREAS ME LIBERA DE MI ANSIEDAD?

    R: Cuando hacemos un plan para completar una tarea, aliviamos el estrés que podemos sentir al recordarnos constantemente que hay algo importante que todavía tenemos que hacer. Un plan también alivia la incertidumbre que podríamos sentir acerca de si seremos capaces de lograr la tarea. Hacer un plan nos obliga a resolver el problema. Imaginar clara y vívidamente el plan también hace que parezca más fácil y probable que ocurra.

    P: SIENTO QUE MI LUCHA POR MANTENERME ORGANIZADA ES AYUDADA, PERO NO TOTALMENTE RESUELTA, POR LAS LISTAS DE PENDIENTES. ¿HAY MANERAS DE MANEJAR ESTO?

    R: Hacer una lista de tareas pendientes es un proceso que requiere esfuerzo, por lo que tiene más sentido usarla para tareas nuevas y difíciles. No tiene sentido incluir tareas automáticas y cotidianas, como lavarse los dientes. Un objetivo útil es tratar de mover más de sus tareas a ese espacio “automático”. Si puedes hacerlo, gastarás mucho menos esfuerzo pensando en ellas.

    Hay un refrán que dice: “Haz lo que amas, ama lo que haces”. En algunos casos, esto se puede lograr volviendo más divertidas las cosas que quiere hacer (por ejemplo, escuchar un podcast interesante mientras trota). En otros casos, se puede lograr recordándose por qué las cosas que está haciendo son importantes o valiosas para usted. Cuando lo que está haciendo es algo que quiere hacer, terminará dependiendo menos de trucos y dispositivos para hacerlo y se esforzará más al llevarlo a cabo.

    Vasundhara Sawhney

    Es editora senior en Harvard Business Review.

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