Cómo volver más inclusivo el lenguaje de su organización. (Imagen: Unsplash).

    CÓMO VOLVER MÁS INCLUSIVO EL LENGUAJE DE SU ORGANIZACIÓN

    Por: Odessa S. Hamilton, Lindsay Kohler, Elle Bradley Cox y Grace Lordan

    Nos hemos vuelto cada vez más conscientes de lo importante que es el lenguaje para crear culturas de trabajo inclusivas y equitativas. Las palabras importan; muchas palabras y frases pasadas parecen anticuadas e indignantes hoy en día. Sin embargo, el vocabulario profesional moderno todavía contiene términos excluyentes.

    Usar un lenguaje excluyente no es solo ofender a otros; la investigación ha demostrado sus efectos nocivos. Por ejemplo, el lenguaje con carga de género refuerza las suposiciones inexactas sobre los roles que hombres y mujeres deberían ocupar en el lugar de trabajo.

    Un estudio reciente reveló claras evidencias sobre cómo usar lenguaje de género refuerza las narrativas en torno a los roles de género y sugirió que la elección de usar estas palabras específicas podría estar inconscientemente impulsada por estereotipos dañinos.

    Para crear una cultura verdaderamente inclusiva, usted debe echar un vistazo a cómo la gente en todas las áreas de su empresa está usando el lenguaje. He aquí cuatro pasos para iniciar este proceso:

    — REVISE LOS DESCRIPCIONES DE LOS PUESTOS DE TRABAJO, PARA GARANTIZAR LA NEUTRALIDAD DEL IDIOMA: Las ofertas de trabajo a menudo contienen un lenguaje no neutral que atrae a ciertos solicitantes y repele a otros. Por ejemplo, se ha demostrado que el simplemente usar la palabra “competitivo” disuade a más mujeres que hombres de solicitar un trabajo. Términos como “hacker” o “ninja” en los anuncios de trabajo dificultan que muchas personas se identifiquen con ellos, y también son innecesarios, porque hay alternativas neutras y más ampliamente entendidas (como “programador” o “ingeniero de software”).

    Asegúrese de que sus reclutadores y gerentes de contratación bajan la velocidad, ponen atención al lenguaje que usan al redactar los anuncios de trabajo y eliminan cualquier término no neutral.

    Nuevos productos de inteligencia artificial se están poniendo a disposición para ayudar con este proceso. Google ya está ofreciendo ayuda para un lenguaje neutral en materia de género a los usuarios, al sugerir alternativas a los términos con carga de género.

    — CREE UNA LISTA DE PALABRAS Y TÉRMINOS PROHIBIDOS: El lenguaje utilizado en la promoción de los productos, en última instancia, se dirige a los clientes a través de numerosos puntos de contacto, desde el momento de la distribución hasta la comercialización y la adquisición.

    Las empresas globales se encuentran en una posición privilegiada y pueden dar forma a la sociedad (tanto de manera positiva como negativa) a través del lenguaje que utilizan. Tenga una lista en evolución de palabras prohibidas para el ciclo de desarrollo del producto, incluyendo términos como “los ancianos”, “horas-hombre” o “loco”, con consideración también a las frases que refuerzan estereotipos inútiles.

    — CREE UNA GUÍA PARA EL LENGUAJE INCLUSIVO: Adaptarse al uso de un lenguaje inclusivo nos ofrece la oportunidad de crecer y convertirnos en mejores comunicadores. También ayuda a líderes y empleados a convertirse en mejores aliados. Empareje la orientación interna de la empresa con consejos prácticos que la empresa pueda poner en práctica de inmediato (por ejemplo, una guía de referencia de vocabulario inclusivo) y con herramientas sencillas, como la función de “lenguaje inclusivo” disponible en Microsoft Office. Esta característica sugiere alternativas neutrales a los términos sesgados utilizados en las comunicaciones profesionales.

    — APROVECHE EL EFECTO MENSAJERO: Elija embajadores altamente visibles en la empresa para apoyar sus iniciativas de lenguaje inclusivo. Estas personas podrían ser colegas en la cima de la organización o aquellas que tienen un amplio poder blando. El que una persona visible actúe hace que otras sean mucho más propensas a seguir su ejemplo.

    Mientras diseña los planes de lenguaje inclusivo de su empresa, tenga en cuenta que las mejores prácticas cambian constantemente. Un enfoque inspirado e informado por personas de todos los niveles de la organización puede ayudarlo a mantenerse al día con las últimas evoluciones y preferencias lingüísticas. También lo pondrá con el pie correcto para salir adelante y liderar a otros en este movimiento crucial.

    ODESSA S. HAMILTON, LINDSAY KOHLER, ELLE BRADLEY COX Y GRACE LORDAN

    Odessa S. Hamilton es investigadora de ciencias del comportamiento en la London School of Economics, donde Grace Lordan es profesora asociada. Lindsay Kohler es científica de ciencias conductuales aplicadas y contribuidora en Forbes. Elle Bradley Cox es consultora editorial en la consultora de compromiso de los empleados, scarlettabbott.

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