JEFE PERFECCIONISTA

    ¿Cómo trabajar para un jefe perfeccionista?

    Por: Emily Kleszewski

    La investigación indica que el perfeccionismo va en aumento y está afectando la forma en que trabajamos, incluyendo nuestra disposición, esfuerzo y motivación. No importa si usted es o no un perfeccionista, es probable que eventualmente trabaje para uno. ¿Cómo puede llevarse bien, y trabajar, con este tipo de personalidad?

    El primer paso implica entender la clase de perfeccionista para el que trabaja. Los investigadores distinguen tres dimensiones de perfeccionismo. El perfeccionismo auto-orientado describe a las personas con estándares extremadamente altos para sí mismas. El perfeccionismo prescrito socialmente se refiere a la creencia de que quienes lo rodean esperan que usted no cometa ningún error. El perfeccionismo orientado a otros se caracteriza por estándares extraordinariamente altos para los demás y por ser muy crítico con ellos.

    Si está atrapado con un jefe de la clase altamente crítica (uno que reacciona con resentimiento y hostilidad en caso de errores) he aquí hay algunos consejos sobre cómo mantener la cordura:

    DEJE QUE VEAN TUS ESFUERZOS.

    Puede evitar que lo microgerencien si le muestra a su jefe que usted es tan motivado y dedicado como él. Sea consistente y confiable. La comunicación es clave, así que asegúrese de actualizarlo regularmente y mantenga un registro de sus respuestas. Quizá lo necesite más adelante.

    ESTABLEZCA LÍMITES.

    Su jefe seguramente lo pondrá de nervios. Es normal sentirse frustrado o enojado. Permítase experimentar estas emociones, pero haga lo posible por dejarlas en el trabajo. En casa, bríndese tiempo y espacio para recuperarse y dedicarse a actividades que lo reconforten y le aporten alegría.

    BRÍNDESE RETROALIMENTACIÓN POSITIVA.

    Incluso si está haciendo un buen trabajo, quizá nunca sea “suficientemente bueno”. Bríndese a usted mismo los elogios que necesita y merece. Tome cinco minutos, una vez a la semana, para reflexionar sobre sus objetivos y enorgullecerse de lo que ha logrado. Si los colegas comparten su experiencia, incluso podrían convertirla en un ritual compartido. Pueden ser sus mejores motivadores. Tener en cuenta sus logros, incluso si son tan simples como retirar un punto de su lista de pendientes, aumentará su autoeficacia.

    ASUMA SUS ERRORES.

    Bríndese el permiso de fallar a veces, incluso si su gerente no lo aprueba. Cada contratiempo es una oportunidad de aprendizaje, y usted debería apreciarlos tanto como sus éxitos. Si comete un error, hágase cargo y dígale a su jefe lo que ha aprendido.

    CONOZCA SUS RECURSOS DE APOYO.

    Las investigaciones muestran que tener recursos de soporte puede actuar como un amortiguador contra el estrés laboral. Su equipo podría estar enfrentando problemas similares. No subestime a sus pares. Acérquese a colegas de confianza e intercambie puntos de vista y estrategias sobre cómo manejar el estrés. No tiene que afrontarlo solo. Quizá ellos han probado tácticas en las que usted no había pensado.

    ESTÁ BIEN IRSE.

    Finalmente, sepa cuándo es momento de irse. Puede que usted haga todo lo posible para llevarse bien con un jefe perfeccionista, pero nadie debe aceptar circunstancias dañinas ni quedarse en situaciones que los hagan cuestionar su integridad o rebajarse constantemente. Su bienestar es lo más importante.

    Emily Kleszewski

    Es investigadora sobre trabajo y psicología organizacional en la Philipps University de Marburg.

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